Generar espacios, vínculos y la confianza para que los chicos puedan conocerse
- María Delfina Carmona
- 25 sept 2018
- 3 Min. de lectura
Karen Timmermann es psicopedagoga en tres colegios: el Cardenal Pironio, el San Felipe de Nordelta y el Plácido Marín. Además de ser madre de cuatro hijos, está en constante contacto con niños en edad escolar debido a su trabajo. Desde su rol, apunta a generar momentos o estrategias de encuentro entre los alumnos. Cree que conocer al de al lado es esencial para que haya un buen clima en la clase.

Crédito: MDC
¿Cómo aplican las propuestas del ministerio de Educación?
En general, el ministerio baja un montón de sugerencias y cada colegio las va acomodando, implementando diferentes cosas. Se trabaja mucho sobre la concientización. Por una lado están las campañas institucionales que se trabajan con los chicos: que sean ellos los que reflexionen, que sea desde ellos, para ellos y por ellos. Hay que hacerlas desde una mirada positiva: la palabra bullying hoy tiene una connotación tan negativa que ya ni habría que decirla. Entonces, en esta campaña hay que pensar, en conjunto con los alumnos, carteles, frases y acciones para cada año en particular.
Además de campañas, ¿qué otras cosas pueden hacerse?
Por otro lado, buscamos generar encuentros. Muchas de las situaciones surgen porque uno trata mal al que no conoce: si conocen más al que tienen sentado en frente y saben qué le está pasando, ya no lo van a tratar mal. En la medida en que uno trabaje en alguna hora institucional de la semana fomentando que se conozcan mejor entre compañeros y enseñando habilidades socioemocionales, estos conflictos serán menores.
"No pueden aislarse nuestras intervenciones, deben funcionar en combo", afirma Timmermann
¿Cómo es la relación alumno-docente?
Los coordinadores, psicopedagogos, orientadores, docentes tienen que ser referentes para que los alumnos se animen a hablar, se sientan escuchados y para empoderarlos, así pueden resolver las situaciones de la mejor manera, siempre con respeto. No pueden aislarse estas acciones, deben funcionar en combo. Si llega a surgir alguna situación, los docentes tienen la responsabilidad de intervienir.
¿De qué manera intervienen?
Fomentando el diálogo con las dos partes y, si la situación pasa a mayores, se cita a padres. Siempre tratamos de que las partes lo resuelvan. Si hubo un conflicto, lo mejor sería que ellos estén activos en la solución de ese problema: lo mejor es que ellos lo resuelvan favorablemente. Si eso no funciona, el colegio interviene desde otro lugar; pero todo lo previo es esencial.
¿Hay casos de bullying o se viven conflictos puntuales cambiando siempre el blanco?
Hoy en día se habla mucho de bullying, pero no se da en lo cotidiano. Muchas cuestiones que se dan en el nivel secundario son propias del crecimiento de los adolescentes. Para que sea bullying tiene que ser sostenido en el tiempo. Pero sí hay actitudes que le duelen al otro y por eso trabajamos las habilidades socioemocionales: qué digo, cómo lo digo, cómo lo recibe el otro. Es muy importante la comunicación. No sé si hay situaciones de bullying... Sí situaciones de un maltrato verbal o psicológico puntual. O, a veces, hay alumnos que se sienten excluidos, pero esas sensaciones tienen más que ver con cuestiones de ellos mismos que de el grupo. Estos alumnos suelen estar acompañados de una terapia psicológica. El colegio trabaja mucho con ese terapeuta externo para empoderar al chico, para darle herramientas, para que él pueda resolver dentro del colegio algún conflicto en caso que surja.
¿Los alumnos se acercan a contarles situaciones tensas que viven o ven? ¿Qué pasa con las vergüenza de “buchonear”?
A veces nos enteramos porque se acercaron a contarnos. Pero en su mayoría son situaciones que se observan y uno interviene, genera el espacio, el vínculo y la confianza para que el alumno pueda acercarse en el caso de que pase devuelta o esté incómodo en otra situación. Ya con eso, uno abrió un camino y esa persona que en esa primera instancia se sentía indefensa, sabe que está siendo mirado, acompañado, sostenido por todos nosotros.
¿Cuál es la estrategia para generar encuentros?
El año pasado, por ejemplo, en los séptimo y octavo hicimos torneos de truco y de chin al mediodía. Ese recreo que se hace largo para algunos ahora tenía otro matiz. El que no es bueno en el fútbol, capaz resulta ser muy bueno en las cartas. Este año lo vamos a hacer de nuevo y los de primer año sugirieron que sumemos la Generala y el Uno.
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