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Parlantes holofónicos: estalló Pink Floyd en la oscuridad

  • Foto del escritor: María Delfina Carmona
    María Delfina Carmona
  • 19 may 2018
  • 3 Min. de lectura

En el Auditorio Kraft sonó The Wall. Se apagaron las luces, el público se relajó y la música tomó un protagonismo revolucionario mientras sonaba un álbum como no suele escucharse.

Por Florida al 600, en pleno Microcentro, hay una galería con un subsuelo poco prometedor. Pero para quienes se animan a bajar esos escalones, se abre la posibilidad de tener una experiencia fuera de lo normal gracias a la invención de Hugo Zuccarelli.

Así como muchas personas se reúnen en un cine para mirar una película, otras pocas se encuentran en una sala completamente a oscuras para escuchar un CD. “Más que un show, lo que se ofrece es la escucha de un espectáculo”, aclaró Fernando Zuccarelli, el hijo del científico que desarrolló los parlantes holofónicos.

En el Auditorio Kraft, el lunes 9 de abril a las 21:30, se reprodujo holofónicamente el álbum emblemático de Pink Floyd, The Wall I y II. Antes de que comience, Fernando Zuccarelli ofició como presentador del espectáculo, introdujo la experiencia y aclaró normas de seguridad en un tono casual y distendido. En vez de explicar el sinfín de puertas que abre la holofonía, apagó las luces hasta llegar a un punto de oscuridad absoluta y dejó que los parlantes, junto a un audio de su creador, lo demuestren.

Así los Zuccarelli explicaron que este invento permite experimentar el sonido como nunca antes ya que elimina la distorsión y se alcanza la perfección tímbrica. Lo que a simple vista parecen cinco metros de parlantes apilados a ambos lados de la sala, es el instrumento que lleva al espectador a otra dimensión. Los parlantes un efecto tridimensional, de mayor cercanía a la realidad. El oyente queda inmerso en un “paisaje sonoro”, ya que el sonido puede ser ubicado en el espacio. En este audio de 7 minutos, el inventor logró resumir todo lo que estos parlantes pueden ofrecer; como por ejemplo, reproducir los sonidos más bajos y más altos que el oído humano puede percibir. Pueden escucharse detalles imperceptibles normalmente. “Se recrean experiencias que, aunque no hayan sido vividas en la realidad, se sienten verdaderas, tangibles, propias”, contó Hugo Zuccarelli a través de los parlantes.

Se recomienda que los espectadores se sienten en el centro de la sala.  (Foto: MDC)

Se recomienda que los espectadores se sienten en el centro de la sala. (Foto: MDC)

The Wall es un álbum conceptual, se recomienda escucharlo entero y en orden. La reproducción holofónica de esta obra respetó la continuidad que propone: las canciones están encadenadas entre sí. “Sumado a la oscuridad total, no registraba cuándo empezaban o terminaban los temas y quedé atrapada dentro de un limbo musical”, contó Sofía Rebaudi, una estudiante de 20 años acompañada por sus amigos. “Perdí la noción del tiempo”, indicó.

En la canción "Another Brick in the Wall", un helicóptero circundaba alrededor de la audiencia. Lo curioso es que a pesar de que los espectadores sintieron claramente que estaba atrás suyo, que los estaba rodeando, no hay ningún parlante en la parte trasera de la sala. Al anularse por completo la vista, la experiencia vivida trascendió los sentidos. La línea imaginaria que separa la realidad de la canción se fue tornando cada vez más difusa.

En el entrepiso de la galería hay un bar donde se puede ir a tomar algo antes o después de la escucha. (Foto: MDC)

​​ Sonó el último acorde de "Outside the Wall", la canción que da fin al disco. A medida que se iban prendiendo las luces, el encargado de la publicidad y el manejo de redes, Paulo Roldán, declaró: “Hugo (Zuccarelli) es el único tipo en el mundo que logró algo así. Lo que se vive acá no se encuentra en ningún lugar ni se puede explicar con palabras”. Los espectadores coincideron: “No estaba preparado para lo que iba a pasar. La música me envolvió, sentí que estaba dentro del mundo creado por Pink Floyd”, contó Tobías Canzani, un joven de 20 años.

Todos los lunes, miércoles y viernes, el Auditorio Kraft abre sus puertas por $150 a los interesados en vivir esta experiencia. Las entradas pueden comprarse online o en la boletería de la sala. Desde su página de Facebook informan sobre la variedad de horarios y bandas musicales, interactúan con la audiencia y dan lugar a sugerencias para las futuras grillas.

 

¡Experimentá la holofonía desde tu casa! Escuchá este video con auriculares y los ojos cerrados:

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