12 comedias argentinas ideales para reírte un buen rato
- María Delfina Carmona
- 30 jul 2020
- 8 Min. de lectura
Amamos el cine argentino y mucho más amamos las películas que nos hacen reír –que nunca fueron tan necesarias en la vida como ahora -. Sin repetir y sin soplar, acá una lista de12 films para alegrarte las tardes frías de julio.

No hay con qué darle al humor argentino. Y con esa premisa encaramos esta nota, llena de grandes escenas y emblemas de nuestra cultura. Está chequeado que las películas de comedia son la salvación para esta cuarentena eterna. Hay varias figuritas que se repiten: Peretti, Winograd, Suar, Piroyansky, Bertuccelli, los Darín, los Francella, Brandoni y más. Máquinas de generar contenido. Y, además, tramas pensadas para nosotros, guiños cargados de doble sentido, referencias a la viveza criolla y postales urbanas que conocemos de memoria.
En nuestra selección hay un lindo popurrí. Vas a encontrar la típica película del género por definición, la que apela al humor negro, la que en realidad no es comedia pero te hace reír igual y varias que no sabríamos cómo encasillarlas.
La conclusión es que el cine argentino está lleno de joyitas para reírse y acá van algunas:
1. El cuento de las comadrejas
Si te interesa meterte de lleno en este mundillo de films nacionales, encará por acá. Esta película se estrenó el año pasado y es un tributo al cine argento, completamente sobrada de talento por donde la mires.
Para empezar, la dirigió Juan José Campanella – ¿un Óscar por El secreto de sus ojos te suena? – y se nota mucho su buen ojo: todas las elecciones cinematográficas potencian el relato y supo aprovechar los recursos audiovisuales como voz narradora.
La película tiene un elencazo; Campanella se dio todos los gustos a la hora de elegir los actores. Graciela Borges, Luis Brandoni, Óscar Martínez y Marcos Mundstock le dan vida a los cuatro protagonistas que siguen aferrados a la nostalgia de sus épocas de oro.
Todo cambia para estos personajes cuando una pareja – Clara Lago y Nicolás Francella – se aparece en su mansión e implanta la idea de vender la casa en la que viven los cuatro viejos retirados de la fama.
Es una comedia negra, adaptación de la película de 1976, Los muchachos de antes no usaban arsénico. Peliculón que no falla, con giros ácidos y chistes para entendidos.
2. Sin hijos
Peretti – Winograd: una dupla que es todo lo que está bien. Sin hijos es una película de comedia – y por qué no alguito de romance también – estrenada en 2015.
La trama gira alrededor de la siguiente premisa: un hombre separado tiene una hija de nueve años que es el centro de su vida hasta que se cruza con Vicky, el amor platónico de su adolescencia. Ambos mundos podrían convivir salvo por un detalle: Victoria no quiere saber nada con los chicos y mucho menos se involucraría con un tipo que tiene hijos. A partir de ahí, el protagonista hace mil malabares y tramoyas para que las dos relaciones más importantes de su vida no se crucen y, si querés saber cómo sigue, vas a tener que verla.
Ariel Winograd, el director, logró encontrar un buen equilibrio entre la risa, la ternura y cierta nostalgia.
3. Voley
Quizás ya la tenés de oído, porque básicamente esta película la rompe. Escrita, dirigida y protagonizada por Martín Piroyasnky, la trama es un mil y tiene actorazos como el Chino Darín, Violeta Urtizberea, Inés Efrón, Vera Spinetta y Justina Bustos
.
Sin spoilear mucho, el ABC de esta película de 2015 se basa en un grupo de amigos – más cerca de los treinta que de los veinte – que se van a una casa familiar en el Delta a pasar año nuevo. Las cosas empiezan a salirse del schedule cuando Manuela invita a una amiga de la infancia sin consultar.
Los grandes recursos de la película son sus actores y el guion. Piroyansky no necesitó mucho más que seis personas aisladas en una casa a la que solo se puede llegar en lancha para hablar sobre las amistades y las relaciones.
Es una película que, además de hacerte reír, abre el debate sobre los vínculos y las distintas maneras de relacionarse que puede tener una generación.
Piroyansky empezó a escribir un boceto de Voley a los 22 – dato de color: en un principio estaba pensada como musical – y recién 7 años y mil correcciones después, la encaró para filmar.
4. Relatos salvajes
De lo mejor que tenemos en nuestra industria del cine. Esta genialidad de Damián Szifrón no tiene desperdicio.
Relatos salvajes es una antología de seis historias de comedia negra y drama que manejan perfecto el tire y afloje entre la tensión y la risa. Apelan a un humor que te incomoda, a la carcajada irónica.
El reparto es una master class de actores argentinos haciendo papeles icónicos. Ricardo Darín en Bombita, Rita Cortese en Las Ratas, Érica Rivas como novia desquiciada en Hasta que la muerte nos separe y la lista sigue con Leo Sbaraglia, Óscar Martínez y varios más.
Szifrón resumió la línea de unidad y continuidad que tienen todos los relatos entre sí como “la difusa frontera que separa a la civilización de la barbarie, del vértigo de perder los estribos y del innegable placer de perder el control”.
Se trata de eso: personajes caminando por la cuerda floja de la sociedad y todo lo que eso implica.
5. El robo del siglo
Otra con la dupla Peretti – Winograd que tanto nos gusta. Y un Guillermo Francella en un rol excelente.
En 2006, seis ladrones armados con armas de juguete entraron a una sucursal del Banco Río en pleno Acassuso y se llevaron varios millones de dólares.
No te estamos spoileando nada, eso pasó en nuestro país y los diarios lo titularon “El Robo del Siglo”. A principio de este año vimos esta historia en la pantalla grande dirigida por Ariel Winograd y coescrita por Fernando Araujo, el mismísimo autor del robo.
Se nota el sello estético de Winograd en los colores, los planos y hasta en la creatividad de los créditos en la escena final.
La película, como si fuera poco, también tiene alta playlist que acompaña y potencia la historia. Suena Alta suciedad de Calamaro, 1,2 Ultraviolento, una de Frank Sinatra, The Kinks y varios temones más que se te van a pegar seguro. Dato no menor: tal vez te dé la sensación de que hay detalles y giros que viste en otro lado. Te lo confirmamos por acá: no es una sensación.
Los detalles de este robo fueron usados como inspiración para varias películas y series. ¿Un ejemplo? La Casa de Papel.
6. Tiempo de valientes
Otra de Peretti y Szifrón, no es secreto que somos fan – de hecho, si todavía por alguna extraña razón no viste Los Simuladores, buscá esa serie del bien en Netflix ya mismo -. Volviendo a lo importante, Tiempo de Valientes es una película de comedia y suspenso protagonizada por Peretti y Luis Luque. Es un emblema argento del subgénero buddy-cop: historias en las que dos personajes tienen que trabajar juntos para resolver un crimen.
En este caso, un terapeuta que tiene que cumplir con horas de tareas comunitarias es asignado para acompañar psicológicamente a un oficial de la Policía durante su trabajo. El resto lo sabés dándole play a este peliculón.
En cierto modo, Szifrón también aprovechó para hacer una denuncia a la corrupción que se cree que hay dentro de ciertos organismos del Estado. A esta altura, es considerada un clásico dentro del archivo de nuestro país.
7. Un novio para mi mujer
Un novio para mi mujer es una comedia que funciona perfecto dentro del género – y todos la amamos, claro -. De hecho, fue tan taquillera en Argentina que productoras de varios países compraron los derechos del guion. La escribió Pablo Solarz y la dirigió Juan Taratuto.
¿De qué se trata? Cortito y al pie: un hombre no sabe cómo hacer para enfrentar a su mujer y decirle que se quiere separar y un amigo le propone invertir la situación y hacer que ella lo quiera dejar a él.
Para eso, el protagonista busca a alguien que la enamore, básicamente el título del film. La actuación de Valeria Bertucelli como la Tana Ferro es icónica.
La escena de Gachi, Pachi y los boludos de Sagitario es un must see mínimo una vez por año.
A Adrián Suar se lo ve en un papel que le queda cómodo pero que le sale muy bien. Y la otra joyita del elenco es el Puma Goity haciendo de viejo chamuyero. También participan otras personalidades argentinas conocidas como Mercedes Morán, Francella, Violeta Urtizberea, Benjamín Amadeo y Julieta Zylberberg.
8. La odisea de los giles
La Odisea de los giles es una película de aventura y drama con muchos guiños de humor. La historia está basada en la novela La noche de la Usina de Eduardo Sacheri, otro argentino que la viene rompiendo en su rubro.
Está situada durante la crisis argentina del 2001: cuando sobreviene el corralito, varios vecinos de un pueblito se ven estafados y buscan sus propios medios para hacer justicia por mano propia.
El ojo director es de Sebastián Borensztein y, como para seguir sumando gente talentosa, el reparto se cae de lo groso que es. Para empezar, la protagonizan Ricardo Darín y Luis Brandoni con una actuación impecable. Los acompañan Verónica Llinás, Chino Darín, Rita Cortese, Daniel Aráoz y varios más que seguro vas a reconocer en la pantalla.
Además, no deja de presentar un espejo de un evento histórico de nuestro país que a muchos de nosotros nos agarró siendo muy chicos pero que igual está – o debería estar – en nuestra memoria colectiva.
9. Mi obra maestra
Sumamos otra comedia negra a la lista, género que al parecer a los argentinos nos gusta bastante. Ya te contamos un poco de Mi obra maestra en la selección que hicimos de películas pochocleras, pero no podíamos no nombrarla ahora.
Dirigida por Gastón Duprat y su estética impecable, la trama se construye alrededor de un galerista de arte de la high que intenta reflotar la carrera de un pintor en decadencia.
A partir de ahí, esta dupla activa un plan arriesgado que viene acompañado de varios puntos de giro que nos hacen reír bastante. Francella domina perfecto el personaje del argentino agrandado que se quiere comer el mundo pero la actuación estrella es la de Brandoni como artista peleado con la sociedad. Hace un personaje ácido y divertido; nos sacamos el sombrero. Dato no menor: está en Netflix así que no tenés excusas.
10. Me casé con un boludo
La dupla guionista-director conformada por Pablo Solarz y Juan Taratuto repitió otra fórmula de éxito comercial: Valeria Bertucelli y Adrián Suar. Después de Un novio para mi mujer, suman otra película a su portfolio con un título bastante autoexplicativo.
En este caso, se trata de un actriz emergente que se engancha con un actor mega famoso mientras trabajan juntos en una película. Después de casarse, tiene una epifanía fundamental: se da cuenta que se casó con un boludo.
Resulta ser que se había enamorado del personaje de la película y él hace lo posible para volverla a enganchar. Es una comedia romántica pochoclera y divertida para pasar el rato. No te prometemos que vaya a ser la mejor película que viste en tu vida, pero está buena para desconectar de la rutina y sacar la cabeza de las responsabilidades y alarmas mentales.
11. Esperando la carroza
El clásico por excelencia de las comedias argentinas. Si no la viste, calzate la celeste y blanca y poné play porque esta sí que es una reliquia nacional. Esperando la carroza es una película cómica dirigida por Alejandro Doria en 1985.
Es una historia dentro del género grotesco criollo y con todos sus guiños costumbristas te aseguramos que te vas a reír.
Ya nos parece motivo suficiente el hecho de ver en la pantalla a Antonio Gasalla, Brandoni, China Zorrilla y Betiana Blum con 35 años menos. Sumado a eso, tiene escenas que te van a hacer estallar de risa. Gasalla dándole vida a Mamá Cora es una genialidad.
12. Nueve reinas
Cerramos la lista con la obra maestra de Bielisnky: Nueve reinas. Y sí, ya sabemos que no es una película exclusivamente de comedia, si no más bien que entra en el género del policial y del suspenso, pero eso no quita que no tenga momentos y diálogos que nos hacen reír cada vez que la vemos.
Nueve reinas cuenta la historia de dos estafadores que se conocen de casualidad y se juntan para hacer un único trabajo del que podrían sacar mucha guita.
Esta película del 2000 va a estar por siempre compitiendo por seguir en el podio de las mejores que vimos. Tiene todo: una actuación grosa de Ricardo Darín y Gastón Pauls, una trama que te vuela el bocho y un setting muy porteño retratado a la perfección.
Comments